Mi madre se puso un vestido de novia en mi boda, y la reacción de mi marido la dejó atónita.

Un momento con mi marido

Mi marido me cogió suavemente del brazo y me llevó a un rincón tranquilo. “Tengo preparado el siguiente paso”, me dijo, con voz firme y tranquilizadora. Su serena confianza me animó a saborear el momento. “Confía en mí -añadió con un gesto de complicidad. Aunque los detalles seguían sin estar claros, su determinación insinuaba algo importante. Intrigada y ansiosa por ver qué había planeado, decidí dejarme llevar y seguir su ejemplo.

Mezclarse sin darse cuenta

Desde mi posición ventajosa, observé cómo mi madrastra se mezclaba sin esfuerzo con los invitados. La mesa estaba perfectamente puesta, las sillas llenas mientras todos se acomodaban para cenar. Charlaba animadamente, aparentemente ajena a cualquier tensión subyacente, con un comportamiento tan ligero como la alegre atmósfera que la rodeaba. A pesar de su peculiar aspecto, el ambiente seguía siendo cálido y acogedor, y todos estaban dispuestos a pasar una velada agradable. Sin embargo, no podía dejar de pensar: ¿cuándo cambiaría su estado de ánimo a uno de asombro?