Perdón y alegría
Con el tiempo, las cicatrices del pasado se desvanecieron poco a poco, a medida que Gracie y su padre aprendieron a perdonar a aquel hombre que era a la vez desconocido y, sin embargo, profundamente suyo. Aquel acto de aceptación se convirtió en el hilo que faltaba para reparar el vínculo familiar. En los días siguientes, crearon nuevos recuerdos juntos, llenando su hogar de risas y calidez, tejiendo una vida alegre que antes parecía fuera de su alcance.

Perdón y alegría